La Primera Guerra Mundial o la «Gran Guerra» fue un antes y un después en la conciencia colectiva de la gente de la época. Nunca antes había existido una guerra de tales magnitudes, con tantos muertos y tantos países involucrados, pero increíblemente hay un hecho que vale la pena recordar.
No fue oficial. Sin embargo, para la navidad de 1914, los dos bandos del frente occidental de la Primera Guerra Mundial dejaron sus armas por una paz temporal.
Fue de corta duración. Pero profunda.
The Telegraph
Sin novedad en el frente
Imagínenselo. Es 1914, primera hora de la mañana en plena guerra, los soldados aún no han derrotado a sus enemigos. La guerra de trincheras en Francia hace que sea fácil que ambas partes se comuniquen entre sí sin mensajeros u oficiales. Sólo necesitaban alguien con suficiente voz para gritar al otro lado del campo.
Wikimedia Commons/Frank Crozier/Public Domain
La Primera Guerra mundial, una vida en las trincheras
La guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial puso a los soldados de ambos bandos en un horario similar. Combatir todo el día alimentarse y escribir el correo en las noches. Esos momentos de la tarde se convirtieron en un tiempo no oficial y sacrosanto de paz, cuando ambas partes podían comer, leer, e incursionar en tierra de nadie para recoger a los caídos y heridos.
Wikimedia Commons/Drummond, C A F/Imperial War Museum/Public Domain
El Inglés como Lengua Común
Los soldados de ambos bandos usaban sus tardes libres jugando a las cartas y cantando en voz alta. Lo que significaba que ambas partes podían unirse a menudo en un concierto multitudinario. La genialidad de este período combinada con la presencia de las tropas británicas en las trincheras llevó a una confraternización entre los «enemigos».
Los Alemanes y los Franceses no habían sido capaces de hablar entre sí a través de las líneas. Pero los alemanes sabían mucho de inglés, y por lo tanto podían charlar fácilmente con aliados británicos de los franceses en las trincheras. Prensa, historias, y cigarrillos se negociaban con frecuencia durante estas treguas nocturnas.
Wartard/The War Illustrated
El fracaso de la burocracia
Con la primera navidad de la Primera Guerra Mundial acercándose rápidamente, varios grupos de mujeres y agentes papales solicitaron que una paz oficial fuera sancionada por los dirigentes militares de ambos bandos. Los pedidos fueron rechazados pero las treguas no oficiales ya se habían formado en las primeras líneas y se extendieron hasta la temporada de vacaciones. Los soldados no tenían ningún interés en luchar, evidentemente. Desde charlas, brindis y discusiones, hasta partidos de fútbol son algunos ejemplos de lo sucedido durante esos días.
Wikimedia Commons/The Illustrated London News/Creative Commons
Una hermandad pasajera
Lo que sucedió luego de las noches de navidad y año nuevo fue algo totalmente poco común. Las tropas de ambos bandos se aventuraban en tierra de nadie entre trincheras enemigas, hasta el otro lado del campo, allí intercambiaban comida, risas, y charlas. Era muy difícil combatir contra aquellos simpáticos soldados enemigos.
Popular Resistance
En Tiempos de Guerra, días de fiesta
Conciertos musicales, pequeños partidos de fútbol o cartas que involucraban grandes cantidades de licor y tabaco, ceremonias religiosas conjuntas y muchas otras acciones colectivas se sucedieron a lo largo del frente occidental durante varios días alrededor de la navidad 1914. La cartas enviadas a casa por parte de la mayoría de los soldados reflejan la aprobación de este período de paz y calidez humana compartida.
Wikimedia Commons/Robson Harold B/Imperial War Museum/Public Domain
Vacaciones pesimistas
Muchos de los oficiales superiores en ambos lados intentaron detener la alegría escribiendo cartas de queja a los altos mandos exigiendo terminar con todo este asunto de la hermandad entre soldados enemigos. Entre estas personas renegadas de la paz estaba un muy joven Adolf Hitler, que definitivamente no apreciaba el clima festivo vacacional. El joven cabo de la 16ª de Infantería bávara de Reserva habría enviado varias cartas detallando los hechos que allí sucedían.
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La única paz de su tipo
La paz duró poco, menos de una semana. Por los periódicos, el público se enteró de que en el año nuevo de 1914, habían sucedido hechos extraños en el frente occidental.
Lamentablemente, con la Primera Guerra Mundial avanzando y transformándose cada vez más en una batalla sangrienta e interminable, esto no se volvió a repetir.
Wikimedia Commons/Alan Cleaver/Creative Commons
Una fiesta para recordar
La Primera Guerra Mundial iba a librarse durante otros cuatro años. Treinta y siete millones de soldados y civiles perderían sus vidas. Países enteros serían devastados, hasta el punto de revivir la animosidad para una segunda vuelta en la Segunda Guerra Mundial.
Pero en ese breve momento de paz ocurrido durante la Navidad de 1914, el lado bueno de la naturaleza humana salió a la luz. El lado que todos desearíamos poder tener durante todo el año, y más aun, durante una guerra tan larga.
(Via Allday)
Como dato adicional, podemos ver una representación de los hechos aquí nombrados, en la película Joyeux Noel (2005)
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